Las puertas de la casa de la muerte
Malaz: el libro de los caídos II
Steven Erikson

22/10/2020

Sinopsis: «En el sagrado desierto de Raraku, Sha’ik la vidente y sus seguidores se preparan para el levantamiento profetizado largo tiempo atrás, «el Torbellino». Esclavizada en las minas de otataral, Felisin, la más joven de la deshonrada Casa de Paran, sueña con la libertad y jura vengarse, mientras que los Abrasapuentes proscritos Violín y Kalam conspiran para liberar al mundo de la emperatriz Laseen (aunque la voluntad de los dioses, como siempre, parece ser otra). Y, al tiempo que dos antiguos guerreros cargados con un secreto devastador penetran esta tierra asolada, un comandante del Séptimo Ejército de Malaz lidera a sus agotadas tropas en una última y audaz carrera para salvar las vidas de treinta mil refugiados».

Portada de Las puertas de la Casa de la Muerte
Cubierta de Las puertas de la casa de la muerte, segundo volumen de Malaz: el libro de los Caídos

Las puertas de la Casa de la Muerte es el segundo volumen de Malaz: el libro de los caídos, la saga escrita por Steven Erikson. En su momento ya os hable del primer volumen, Los jardines de la Luna, y si queréis saber lo que dije de él, solo tenéis que seguir ESTE ENLACE.

Para este segundo tomo ya deberíamos venir preparados, porque no difiere en nada del estilo que nos encontramos en el primero. El autor ya nos avisó en el prólogo de aquella historia de que toda la saga mantendría el mismo carácter que nos encontraríamos allí, y no hace falta avanzar mucho con este libro para ver que es cierto. De esta afirmación se puede sacar una conclusión bien clara: si la manera en que se narra Los jardines de la Luna no te echó para atrás, Las puertas de la Casa de la Muerte tampoco debería hacerlo.

A pesar de que ya no somos nuevos en este mundo, nos encontramos igual de perdidos que en aquella primera ocasión: no hay más contexto que el que ya conocimos con anterioridad, y las explicaciones a todo lo nuevo que nos encontramos brillan por su ausencia; será el propio avance de la novela, a través de las acciones y diálogos de sus personajes, quien irá aportándonos la información necesaria para comprender todo cuanto nos rodea.

Aquí el escenario cambia respecto al primer libro, trasladándonos de un continente a otro que pocas cosas tienen en común. Pero este cambio no es el principal que podemos encontrarnos, ya que los personajes protagonistas y secundarios son nuevos en las múltiples tramas que nos presenta (a excepción de en una de ellas). Además, mientras que en Los jardines de la Luna el hilo principal es la conquista de un continente, en Las puertas de la Casa de la Muerte es la supervivencia de miles de refugiados tras el levantamiento de un pueblo conquistado; en uno los malazanos son los invasores, en otro son las víctimas.

El argumento, al igual que en la otra ocasión, está creado a base de piezas de puzle que nada tienen que ver unas con otras. Diferentes líneas, cada una con su historia principal, sus subtramas y sus personajes protagonistas y secundarios, que bien podrían dar cada una para una novela más sencilla y digerible. Sin embargo, a medida que la novela avanza, las historias se van cruzando y separando, con algún que otro intercambio de personajes.

Ilustración de un sacerdote del Embozado
El Embozado es uno de los muchos dioses que pueblan el mundo de Malaz. Esta imagen nos muestra a uno de sus sacerdote. ¿O tal vez se trata del propio dios?

Por supuesto, en una obra de semejantes dimensiones el elenco es grande y variado, y sorprende comprobar que casi todo él es nuevo. A mi juicio, son dos los personajes que más destacan: Coltaine, el líder militar que consigue mantener con vida a los refugiados (defendiéndolos del contante acoso del enemigo, conduciéndolos por terrenos hostiles para ponerlos a salvo y soportando las intrigas que crecen en su propio seno), rebosa el carisma propio de los grandes héroes de épicas hazañas; el otro personaje es Duiker, el historiador imperial que se ve sorprendido por la rebelión y debe luchar contra todo para reunirse con el ejército de Coltaine y los refugiados y, tras pasar mil penurias, acabar convirtiéndose en el guía para estos últimos. Mención aparte merece Felisin (hermana menor de Ganoes Paran, a quien conocimos en Los jardines de la Luna), un personaje que en un principio no me gustaba en absoluto pero que con el avance de la trama y su propia evolución me hizo cambiar de parecer.

Eso sí, como dije antes, hay una línea argumental que mantiene a algunos de los personajes que ya conocimos anteriormente: Apsalar, Azafran, Violín y Kalam (estos últimos miembros de los Abrasapuentes). Al final del primer libro, este reducido grupo dejaba atrás Darujhistan con la intención de llegar al corazón del imperio malazano, y aquí se continúa con esa aventura aunque, por supuesto, se ven envueltos también por la misma rebelión que amenaza a todo el imperio. Sus andanzas acaban uniéndose a las de los protagonistas de la trama restante, en la que dos extraños personajes realizan una búsqueda que parece eterna y cercana a la vez.

Ilustración de Mappo e Icarium
Mappo e Icarium, un trell y un Jaghut, son dos de los personajes más singulares de la novela

Las sensaciones que me provoca Las puertas de la Casa de la Muerte son, al igual que con su predecesora, ambiguas.

Por un lado, está la manera en que la obra está escrita. Hay que tener paciencia y la mente despierta para enfrentarse a sus páginas; de lo contrario, puede que toque releer algunos párrafos para asegurarse de que se le encuentra sentido a lo que nos dice. No porque estén mal redactados o sean incongruentes, sino porque su estilo es muy denso.

Por otro, tenemos la construcción de la historia. Hay varias tramas, las cuales no tienen nada que ver unas con otras y que, a su vez, cada cual tiene sus propias líneas secundarias. Estas, de vez en cuando se escinden y crean su propio camino, o se unen a otras para acabar integrándose en el argumento de dicha trama. Diseñar una novela de estas características es una tarea monumental, y hacerlo sin que haya fallos o huecos en la historia yo lo calificaría de proeza.

En cuanto a mi opinión personal sobre Las puertas de la Casa de la Muerte, lo único que puedo decir es que, si te gustó el primer libro, este también lo va a hacer. Tal vez esté a un nivel un poco inferior (solo un escalón muy pequeño) a Los jardines de la Luna, aunque esa es una apreciación particular. Y por supuesto, continuaré con esta grandiosa odisea en un futuro próximo con la tercera parte, Memorias de hielo.

Ilustración de una escena de la novela
Dragones, barcos con tripulación no-muerta, cabezas cortadas... Fantasía pura y dura

Ahora llega el turno de preguntaros: ¿os habéis enfrentado ya al desafío que supone la saga de Malaz? ¿Qué os parecieron las dos primeras novelas? ¿Estáis dispuestos a darle una oportunidad? Como siempre, tenéis más abajo el cajetín para dar respuesta a estas preguntas o para contarme cualquier otra cosa que se os ocurra. Además, si os ha gustado esta reseña, podéis suscribiros al boletín de De Terror y Fantasía, os lo agradecería un montón.

¡Nos vemos!