Sinopsis: «A Sergio Peralta, un tenista retirado en horas bajas, no le gusta que le llamen ludópata. Él es un inversor responsable que gana su sueldo de manera lícita con las apuestas deportivas. Solo hay un problema: tanta legalidad le aburre.

Por eso, cuando Chatham Bets le ofrece viajar a Las Vegas para participar en un exclusivo e impactante juego de apuestas, no duda en dejarlo todo y coger el primer vuelo.

De acuerdo, tal vez aquel negocio sea menos limpio de lo que pensaba. Puede que espiar a la gente a través de las cámaras de sus dispositivos traspase alguna línea. Y quizás eso de apostar por sus eventos cotidianos y ganar dinero con sus desgracias se adentre a veces en terrenos demasiado sórdidos.

Pero ¿acaso importa? Las víctimas no se van a enterar, y Sergio se va a hacer rico mientras se lo pasa como un niño. ¿Qué podría salir mal?».

La novela que hoy os traigo es Netz, de David Nel (publicada por Distrito 93), un claro ejemplo de lo que es la ciencia ficción social. Para mucha gente, la ciencia ficción son esas historias de viajes interestelares, invasiones extraterrestres, ciudades futuristas o saltos en el tiempo; pueden centrarse en la acción y la aventura, en la tecnología y sus recovecos científicos o en las consecuencias que implica; y aunque casi siempre nos evoque escenas del futuro, tanto el presente como el pasado también son escenarios muy habituales. Sin embargo, hay otro tipo de tramas dentro de este género en las que el peso científico es mucho menor y pone el foco en las implicaciones gubernamentales, legales, morales, económicas, psicológicas… Exacto, estoy hablando de la mencionada ciencia ficción social.

Netz nos traslada a un futuro muy cercano, uno en el que las gafas inteligentes han sustituido a los smartphones y donde Rafa Nadal y Carlos Alcaraz ya forman parte de la historia del tenis mundial. Sergio Peralta es el llamado a llenar el vacío de estrellas patrias en el deporte de la raqueta. Por desgracia, su carrera como tenista de éxito se ve truncada y decide ganarse la vida con las apuestas deportivas. Es entonces cuando aparece Chatham Bets para ofrecerle la oportunidad de participar en una experiencia de apuestas única. Cómo no, Peralta acepta.

Sergio Peralta no es un personaje al uso, está diseñado para que caiga mal. Incluso casi se alegra uno con las cosas malas que le suceden. Aun así, la forma en que va evolucionando la historia hace que esa percepción que tenemos de él cambie. Tal vez no demasiado, ya que su arco de redención no es completo (lo que lo hace más creíble), pero si lo suficiente para que dejemos de considerarle un cretino integral.

Por otro lado tenemos a Ina, una mujer alemana de ascendencia española que no está pasando por su mejor momento. Al contrario que con Sergio, compartimos el sufrimiento de Ina antes incluso de tomar decisiones que, sabemos, no serán las más afortunadas. Lo cierto es que no hay ninguna química entre estos dos, son tan diferentes la una del otro como podrían serlo el agua y el aceite, por lo que resulta curioso ver cómo la influencia de unas personas que no se conocen ni encajan puede cambiar a ambos.

Como he dicho antes, la coletilla «social» que acompaña al género «ciencia ficción» no es gratuita. Aunque Netz es ligera en su lectura, aborda temas bastante escabrosos: ludopatía, maltrato, bullying, invasión de la intimidad… La novela afronta estos contenidos de frente, sin miedo a mostrar su crudeza, pero sin recrearse en las malas sensaciones que provoca. Bajo mi punto de vista, este tipo de escenas están escritas desde el respeto y la empatía hacia quien lo sufre en el mundo real, y creo que eso es un buen punto a favor del autor y de su obra.

Pero esta novela no vive solo de momentos turbios, intercalados en una trama ágil y mucho menos oscura de lo que, por lo comentado hasta ahora, pudiera parecer. A decir verdad, la historia engancha lo suyo y siempre quieres saber más sobre los errores y aciertos de Peralta o sobre las desdichas Ina. Esto se acentúa mucho más en el último tramo, cuando se empiezan revelar algunos secretos y giros tan inesperados como satisfactorios. No soy de utilizar frases hechas, pero reconozco que lo de «te atrapará hasta el final» sí lo puedo aplicar esta vez porque a mí me sucedió.

Por mucho que me haya gustado, sin embargo, hay una cosa que no ha terminado de convencerme: la ausencia de notas a pie de página. A lo largo de toda la novela nos encontramos con muchas palabras y expresiones en alemán, con términos específicos del tenis o con tecnicismos asociados al mundo de las apuestas. Que algunas cosas sean entendibles gracias al contexto no implica que no se necesiten más explicaciones.

La excepción a todo esto son los títulos del prólogo y los diez bloques en que está dividido el libro; son palabras o expresiones en alemán que, si bien no entendemos lo que quieren decir, se nos explican/traducen en un sumario (que no índice) que encontramos en la parte final. Y oye, no negaré que cada título tiene mucho significado.

Por otro lado, el libro cuenta con un añadido extra, un código QR con el que acceder a una lista de reproducción de Spotify con toda la música que aparece en la novela. En palabras del propio autor, «es una mezcla un tanto hortera».

En resumidas cuentas, Netz es una novela que engancha y que se disfruta, pero que a su vez también te muestras cosas con las que no puedes sentirte cómodo. Lo peor de todo es que nos muestra un futuro que, por desgracia, no parece muy distante de nuestra realidad.

Ahora llega el turno de preguntaros. ¿Qué impresión os provoca esta novela? ¿Conocíais al autor? ¿Qué os parece la ciencia ficción social? Ya sabéis que podéis dejar vuestras impresiones en el cajetín dedicado a los comentarios que hay más abajo. Por supuesto, si os ha gustado la reseña, os invito a suscribiros para que no se os pase ningún contenido publicado en De Terror y Fantasía. ¡Nos vemos!