Vorágine
Estefanía Blanco

29/01/2020

Sinopsis: «¿Estarías dispuesto a abandonar tu propia humanidad por salvar al resto del mundo?

Un mundo reducido a un solo continente.

La existencia de mutaciones genéticas derivadas de la Tercera Guerra Nuclear.

Una única sociedad dividida en dos especies que se quieren aniquilar.

Diez años atrás, una trágica noche obligó a Roger a huir del distrito con su hija, apartándola de su verdadero destino y haciéndole olvidar sus peores recuerdos.

Ahora, Rika Miller vive tranquilamente como una humana sin saber que la mentira tras la que su padre la había protegido está a punto de desmoronarse. En una sociedad donde asesinar a las personas como ella está permitido, deberá buscar su verdadera identidad, enfrentarse a su pasado y, lo más importante, reencontrarse con su destino sin saber que…

la verdadera guerra entre especies no ha hecho más que empezar».

Cubierta de Vorágine
Esta es la portada de Vorágine, de Estefanía Blanco

Vorágine, de Estefanía Blanco, es la primera parte de una trilogía de ciencia ficción. Dirigida a un público primordialmente juvenil, la historia se desarrolla en un escenario distópico, siglos después de la época actual. Tras la Tercera Guerra Nuclear, la humanidad se dividió en dos especies: los humanos y los metahumanos. Estos últimos, que han desarrollado mutaciones que les confieren grandes poderes y habilidades, son repudiados y perseguidos por los primeros, una actitud alentada por los dirigentes de los nueve distritos en que se divide el mundo, todos bajo el mando del Gobernador sin rostro.

Esta novela me ha provocado impresiones enfrentadas, con cosas que me han gustado bastante y otras que no tanto. Pero antes de entrar en materia, diré que sí me ha gustado, que la he disfrutado y que me ha dejado con ganas de conocer qué sucede en las próximas entregas. Ahora sí, paso a desentrañar mis impresiones.

Para empezar, creo que el gran problema que tiene Vorágine es ser una novela autopublicada. No porque esto sea malo, sino porque me da la sensación de que le faltan corrección y  edición profesionales: hay algunos fallos de ortografía (pocos y menores, como alguna tilde que se escapa); hay errores gramaticales un poco más graves (he encontrado tres veces «delante suyo», algo común en escritores noveles pero que chirría demasiado cuando consigues corregirlo en ti mismo); hay repeticiones de palabras, no demasiado obvias, pero de las que se abusa, por ejemplo, en descripciones (pelo azabache, blanco nuclear); hay oraciones un tanto confusas que me han obligado a releerlas para entender su significado, y aun así ha habido ocasiones en que solo lo he logrado gracias al contexto.

Como digo, la mayoría de estos errores se hubieran podido evitar de haber pasado por manos de un corrector profesional o de un editor, porque son realmente difíciles de detectar por el propio autor, por muchas correcciones que haga (esto lo sé por experiencia propia). Es muy complicado coger distancia con tu propio escrito para poder ver bien todos esos fallos y poder corregirlos. Además, los servicios de edición y corrección ajenos a una editorial son bastante caros, y no todos pueden permitirse su contratación.

Actualización: después de publicar esta reseña, Estefanía me ha comentado que estos errores de los que acabo de hablar aparecían en la primera versión y que ya están subsanados. ¡Un gran punto a favor de la autora!

«Ellos me convirtieron en el monstruo que jamás quise ser».

Vorágine

Estefanía Blanco

​Ahora viene la parte buena de la reseña, en la que señalaré sus puntos fuertes. Los dos principales se basan en la construcción, tanto de la historia como del mundo en que se desarrolla.

El worldbuilding (la creación del mundo) está bien trabajado y no muestra lagunas, al menos ninguna importante y ninguna menor que yo haya detectado. A pesar del escenario distópico, casi todo parece creíble, por muy terrible que pueda resultar (como ejemplo, la aniquilación de casi todas las especies animales, o la sustitución de la vegetación por versiones digitales). La tecnología avanzada, aunque muy típica de la ciencia ficción, no parece tan descabellada ni lejana como hubiéramos podido pensar hace diez o quince años. Y la base histórica, aunque también perteneciente al futuro respecto a nuestra época, se torna aterradora pero no descartable.

Menos creíbles me parecen las habilidades de los metahumanos, más parecidos a los poderes de superhéroes que a mutaciones genéticas producto de la radiación. Sin que sea nada malo, en muchos momentos me trajeron a la memoria películas o comics de los X-Men, aunque en el fondo esto no reviste ningún problema.

El otro pilar de gran importancia, la historia, tampoco cojea por ningún lado. Se nota que está trabajada, que la autora conoce en todo momento lo que va a pasar y, aunque nosotros no sepamos qué direcciones va a seguir la historia, que todo lo que sucede tiene sus motivos.

La novela se divide en dos partes en las que el escenario es bien diferenciado. En la primera, la protagonista es Rika Miller, una joven que compagina sus estudios universitarios con su trabajo en una cafetería, a la vez que lidia con su pasado y los secretos que oculta. En la segunda, es su verdadera identidad, Erika Ayers, la que se lleva los focos en una historia más militarizada y en la que se desvelan muchas de las cartas que esconden los personajes bajo las mangas.

En ambas partes tiene mucho peso la trama romántica. Este es uno de los puntos que menos me gusta (opinión personal, basada única y exclusivamente en mis gustos subjetivos), ya que se convierte en uno de los hilos conductores más significativos de la historia. No es que sobre, pero en mi opinión debería ser un poco más secundaria y darles algo más del peso de la trama a otros personajes.

Y ese es otro punto fuerte de Vorágine: los personajes. Entre todos ellos hay una gran variedad de personalidades donde escoger: los hay fuertes, arrogantes, tímidos, burlones, agresivos, taimados, inocentes… y varias mezclas de estas cualidades y muchas otras. No diré que estén perfectamente dibujados, porque no todos lo están, pero con los principales sí que se puede decir que lo ha conseguido. Sobre todo con Rika/Erika, la protagonista, un personaje bastante complejo pero al que se le acaba entendiendo gracias a que gran parte está narrada en primera persona desde su punto de vista.

Por ultimo hablaré de la forma en que Estefanía ha escrito la novela. La narración salta constantemente de la primera persona mencionada a tercera, donde nos muestra hechos que, de otra manera, no podríamos conocer. Esto podría llegar a desconcertar al lector pero, salvo en un par de ocasiones en que necesitas leer unas pocas líneas para ubicarte, está muy bien conseguido para que esa confusión no llegue a aparecer.

La información que nos ofrece está bastante bien dosificada, sin llegar a apabullar con detalles que pueden resultar excesivos. Esto cobra gran importancia, sobre todo, al haber creado una realidad tan diferente a la nuestra. Es bastante común caer en el error de querer explicarlo todo, dando mucha información irrelevante y que acaba por lastrar el ritmo de la lectura.

«—Estáis conduciendo a la humanidad al exterminio con vuestros propósitos egoístas. Eres un canalla como todos los demás.

—Somos unos canallas y vosotros unos monstruos. Jamás debisteis haber existido».

Vorágine

Estefanía Blanco

Poco más puedo añadir sobre esta obra. Como conclusión diré que, aunque no es una novela perfecta, sí es bastante disfrutable. Si te gustan las historias distópicas (Los juegos del hambre, Divergente, El corredor del laberinto), seguro que Vorágine no te va a defraudar. Y si no tienes claro si te puede gustar, en la PÁGINA OFICIAL hay mucha más información referente a la novela.

¿Os atrevéis a darle una oportunidad? Ya sabéis, podéis dejar vuestros comentarios justo aquí debajo. ¡Nos vemos!